Desde su primera edición en 2010, es un festival urbano que se desarrolla en su totalidad en el centro de de Miranda de Ebro, un evento mágico que cada año inunda la localidad burgalesa de cultura de los años 60. Además de los conciertos en La Fabrica de Tornillos, las señas de identidad del festival incluyen toda una serie de actividades paralelas como allnighters y alldayers, scooter-run, exposiciones o una ruta de pinchos por diferentes establecimientos de la ciudad.