El Festival Internacional de Benicàssim (FIB) no fue el primero en su género. Antes existía el Espárrago Rock, que lamentablemente desapareció en 2003. Sin embargo, el FIB fue pionero en establecer un formato de festival de varios días, inspirado en los modelos británicos como Reading y Glastonbury, que combinaban artistas internacionales y nacionales en sus carteles. Los hermanos Morán, valientes y decididos, se aventuraron en la creación de este evento musical, arriesgando todo lo que tenían y lo que no tenían. Su objetivo era implantar un modelo de negocio en un país que era completamente ajeno a esta idea.
Con esta visión en mente, los hermanos Morán idearon un macro concierto de tres días en un pintoresco pueblo costero. La primera edición del Festival Internacional de Benicàssim tuvo lugar en el Velódromo de la ciudad castellonense, gracias a la organización conjunta de la Sala Maravillas, Spiral y Elefant Records. El precio de entrada era de 8.000 pesetas, apenas 48 euros, e incluía acceso al camping. El cartel de esa primera edición fue envidiable para muchos festivales contemporáneos, presentando bandas de renombre como The Charlatans, Australian Blonde, The Jesus And Mary Chain, Los Planetas, Sr. Chinarro, Cranes, Echobelly, Supergrass y Los Flechazos.
Aquella primera chispa fue solo el comienzo de una extraordinaria aventura que perduró junto a los hermanos Morán hasta 2010. En ese año, el festival cambió de manos y pasó a ser propiedad de la empresa británica Maraworld. Posteriormente, en 2019, Maraworld vendió el festival a The Music Republic. En el verano de 2022, la reconocida firma británica Superstruct Entertainment adquirió el control de The Music Republic, aunque sus hasta entonces propietarios, seguirán regentando el negocio en España.
Pese a todos estos «pases de mano», el FIB continúa siendo un evento musical destacado que abarca géneros como música pop, rock, indie, electrónica y otros estilos. Además de la música, el festival también ofrece actividades relacionadas con el teatro, la moda y el cine. Se lleva a cabo en la turística localidad de Benicàssim (Castellón). Con toda autoridad, se ha establecido como uno de los festivales más importantes de España.
Hasta el año 2005, solía celebrarse aproximadamente durante el primer fin de semana de agosto. Sin embargo, debido a la masiva afluencia de turistas en esa fecha, desde entonces se realiza a mediados de julio. Esta decisión ha permitido una mejor organización del evento y ha evitado la aglomeración de visitantes.
El FIB se destaca por su eclecticismo y su enfoque hacia las tendencias más innovadoras en comparación con otros festivales españoles que se centran en estilos musicales específicos o consolidados. También goza de una proyección internacional significativa, y su reputación en Europa es suficiente para atraer a numerosos asistentes de países vecinos. La diversidad musical y la reputación del festival contribuyen a su crecimiento y a la llegada de visitantes de todo el mundo.